El tiempo pasa, las personas cambian, todos crecemos, por muy duro que sea no existe el país de nunca jamás, no podemos parar el tiempo, ni la distancia, ni el olvido, pero es así, a veces las personas se separan, toman diferentes caminos, pensando que algún día se volverán a encontrar, pero no siempre sucede y ¿sabes que es lo que más duele? que después de tanto tiempo te des cuenta se que extrañas más a tu amante que a tu verdadera pareja, extrañas más a aquellos compañeros que nunca les prestaste atención que a aquellos que parecía que no te iban a olvidar jamás, de hecho esos son quienes antes te olvidan. Por último está la gente con la que nunca perdiste el contacto, esas personas con las que discutiste tantas veces que no eres capaz de contarlas y ahora allí están, apoyándote venciendo cualquier barrera, y entonces te das cuenta de que esas personas nunca te te van a abandonar y a esas personas solo se las puede llamar familia.
La única forma de ver todo esto es atreves del tiempo, así que no llores por haber perdido a alguien porque si de verdad te correspondía el tiempo os unirá de nuevo y si no el tiempo te hará ver que no valía la pena.
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