viernes, 19 de octubre de 2012

La enfermedad de moda

Hacia ya un tiempo que no escribía en el blogg, pero es que entre cuidar del tuenti, el twitter, el facebook, el hotmail, el yahoo, los mensajes del móvil  etc. pues llega un momento en el que descuidamos algunas cosas, sin darnos cuenta de que son las cosas que mas felices nos hacían realmente.
Desgraciadamente, vivimos en un mundo en el que la tecnología esta apunto de tomar control sobre nosotros (si es que no lo ha hecho ya).
¿Que fue de aquellas veces en las que nos juntábamos con los amigos para ir a tomar café, nos sentábamos en una mesa, nos mirábamos cara a cara, hablábamos, reíamos, contábamos historias, ... ? Yo te lo diré  han sido sustituidas por esos momentos en la cafetería, en la que cuatro personas se sientan en una mesa, cada una con su teléfono y comienzan a mandar mensajes, por debajo de la mesa, a veces te hablan para decirte lo que les ha enviado el chico de la mesa de al lado por mensaje de texto, otras simplemente te lo reenvían a  pesar de estar sentados en la misma mesa.
¿Que fue de aquellas veces en las que llegábamos a un restaurante con hambre, pasábamos un buen rato leyendo el menú, decidiendo que ibais a tomar, mientras se nos hacia la boca agua imaginando que lo comíamos  mientras esperábamos a que trajeran la cena hablábamos entre nosotros para olvidar el hambre, o tal pez prestábamos sobre cuanto tardaban y nos reíamos los unos de los otros, hasta que por fin traían la cena? Pues, resulta que han sido sustituidas por llegar a un restaurante, sentarse a la mesa, sacar el teléfono  llega el camarero "¿QUE?" "estaba tan pendiente del móvil que no leí ni el menú", "pediré algo rápido , "esto suena bien" "pues esto" "¿ya lo han traído " "que rápido si aun no he terminado de chatear con María" "¿yo he pedido esto?" "come deprisa que te están hablando" "me tengo que ir", sales corriendo y de repente te das cuenta de que te has ido sin despedirte siquiera.
¿Que fue de esas vacaciones en la playa junto al mar? Resulta que ahora se llaman "vacaciones en la habitación del hotel, haciéndonos fotos en el espejo del baño para subirlas al tuenti/facebook.
¿Que fue de esas aburridas visitas al museo, en las que todos mirábamos el reloj para ver cuanto tiempo le quedaba a la guía para dejar de explicarnos aquello que en realidad no nos importaba? Ahora digamos que la visita guiada no es un problema porque todos recibimos mensajes continuamente, el de la segunda fila ha hecho un comentario gracioso sobre lo que acaba de decir el guía, mi hermano me ha contado que ha aprobado matemáticas, mi vecina ha cortado con su novio,... Y el resto del tiempo lo pasamos mirando los cuadros y pensando: esa pose me gusta para na foto en tuenti, voy a intentar imitarla, quiero una foto con esa escultura para principal, etc.
¿Que fue de ir a un partido de fútbol, a animar a tu equipo, gritar, reír, sufrir, nervios, alegría,... ¡Ring!, ups, me han enviado un mensaje ¿quien sera? es ese chico tan guapo de mi clase ¿que querrá? quiere saber la tarea, ¿y si es una excusa para hablar conmigo? ¡¡¡¡¡GoooooooooL!!!!, ¿han marcado gol? ¿quien ha sido? ¿aplaudo? ¿ha sido el equipo contrario? ¿que? me he perdido el partido.
O lo más importante de todo, ¿que fue de cuando te gustaba un chico y lo mirabas, te escondías  te acercabas a el, no sabías que decirle, esperabas a que te hablara, te sonrojabas,..? Sencillamente ahora funciona diferente, si lo tienes en tuenti, tal vez sepa que existes, si no olvídalo, miras sus fotos, te aprendes su vida de memoria, lo ves en clase y esperas a llegar a casa para hablarle por chat, quedas con el, no os dirigís la palabra porque ambos estáis con el teléfono, pero cuando llegáis a casa habláis mas que en toda la tarde a través de mensajes de texto ¿y eso es amor? NO, el amor, al igual que la mayoría de los sentimientos, dejo de existir cuando caímos en esa grave enfermedad en la que nuestra vida depende de una máquina y que posiblemente no podríamos vivir si la desconectaran.
Bien, dicho así tal vez suene duro, pero realmente es lo que hay, y lo peor de todo es que no nos damos cuenta.