jueves, 3 de febrero de 2011
No se puede confiar en nadie
Cuando la vida te apuñala y te deja sola, tirada en un callejón sin salida, cuando el cielo se vuelve gris y ya tormenta sea tan fuerte que no te deje avanzar, cuando no tengas a nadie, cuando lo hayas perdido todo, no llores, porque las lágrimas te ahogarán, te impedirán avanzar y te lo pondrán todo más difícil, no grites, porque ya nadie te va a oír, no pidas ayuda porque si no se trata de ellos ya nadie te va a ayudar, no vayas de débil, porque la gente ataca a los débiles, a aquellos que no tienen defensa, son así de simples, creen que así son más pero no se dan cuenta de que solo están jugando con aquel que ha abandonado la partida, así ganan y se lo creen, y en realidad son ellos los que no son nada. Cuando te desesperes, cuando ya no sepas que hacer, cuando la tierra se te haya tragado y quieres salir de ese agujero negro, solo hay una solución: demostrar que nada de eso te importa, demostrar que no tienes motivos para llorar, demostrar que la mejor victoria es no rendirse, y la mejor forma de demostrar todo esto es es creándoselo uno mismo, deja que todo se quede atrás, porque el tiempo se encargará de ayudarte, pero no pidas ayuda a nadie porque no te la van a dar, que si la vida me ha enseñado algo es que solo de puede confiar en uno mismo, y que a veces cuanto más confías en una persona menos te va a ayuda, yo ya no espero a nadie, porque me tengo a mi.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario